miércoles, 22 de octubre de 2014

El peso de los recuerdos arrumbados



El peso de los recuerdos arrumbados

Tengo una caja gigante de cartón arrinconada en un cuarto. Me estorba mucho, sin embargo tiene ahí mas de tres años. Ayer decidí moverla y ¡apenas pude!  Esta llena de cosas, pero como no había quien me ayudara entre empujón y jalón... la pude sacar de la habitación. Su destino era arriba, en el cuarto de servicio.


Después de media hora de lucha llegue a la escalera, ahí si se torno imposible la misión, ¡pesaba horrores! Entonces se me ocurrió sacarle cosas. Saque varios paquetes muy bien encintados, pero, ni así perdía peso la caja. De repente en el fondo encontré una bolsa blanca de plástico y al abrirla me di cuenta que eran piedras... ¡Piedras! ¿por qué había guardado esa bolsa de piedras? La saque y la caja perdió la mitad de su peso, pero seguía siendo imposible moverla fácilmente, vuelvo a ver el fondo y encuentro otra bolsa verde, bien cerrada con mas piedras. ¡piedras mas grandes! ¿Cómo fue que empaquete piedras inservibles durante 3 años y sin saberlo?


Así son los rencores y los malos recuerdos, son piedras que no nos dejan avanzar y solo están ocupando espacio en nuestras vidas. Nos  hacen difícil el camino, no podemos caminar de tanto peso muerto que cargamos, de repente sacamos un poco, pero a veces es tanto que seguimos sin poder movernos. Tire todas las piedras a la basura y con una mano avente la caja ligera hacia arriba….

Autora: Vilma Aída

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